El alcoholismo es una condición que ocurre cuando un ser humano es tan adicto al alcohol que su adicción va más allá de su salud física o mental. Esta es la definición de la Organización Mundial de la Salud.
Es una enfermedad que afecta a millones de personas a nivel mundial y que presume de tener una enorme tasa de mortandad, pues al ser una adicción fortísima, es muy difícil de tratar.
Tipos de alcoholismo
La característica clave del alcoholismo es que es un estado donde el individuo ha perdido el control de su consumo de alcohol, por lo que a la larga, es incapaz de abstenerse de beber, es decir, no puede dejar de beber pues todavía tienen que mantener su intoxicación con vida. Los tipos clave de alcoholismo crónico son los siguientes:
El alcoholismo inicial.
También descrito como la reacción de encendido, que es la tendencia a continuar consumiendo alcohol tan pronto como se haya entrado en contacto con la sustancia. Un alcohólico puede no ser capaz de parar una vez que ha tomado una bebida.
Este tipo de alcoholismo puede entenderse como la primera fase de la enfermedad y, tratado a tiempo es muy posiblemente reversible, en resumen, es cuando la persona con tendencia a desarrollar la enfermedad tiene su primer contacto con las bebidas alcohólicas; entonces, su tendencia es seguir consumiendo porque en un principio, su organismo ha disfrutado de ellas.
Existen predisposiciones genéticas que facilitan la adicción a la sustancia en el cuerpo, y también factores psicológicos que se traen desde la niñez o situaciones hereditarias que son factores determinantes de la probabilidad de que alguien se vuelva alcohólico.
El alcoholismo secundario.
O satisfacción de la urgencia, que es la tendencia del alcohólico insipiente a necesitar consumir alcohol al día siguiente para reparar la incomodidad que siente después de la anterior ola de consumo y la ausencia de alcohol al día siguiente.
El cuerpo no responde «normalmente» sin alcohol en la sangre, por lo que ya notamos cierta afectación; como síntoma, el consumo matutino es uno muy grave, del mismo modo que el asegurarse de tener siempre suficiente alcohol en su casa, a manera de reserva.
En este tipo de alcoholismo notamos que la persona afectada por la enfermedad es consciente de ello pero simplemente sus deseos por consumir lo llevan a acumular alcohol y prevenirse, defendiendo a toda costa su consumo que, dicho sea de paso, continua en aumento.
Bajo diversos tratamientos y terapias psicológicas, aún esta etapa es curable, pero la familia entera y los amigos deben coadyuvar a que así sea, ayudando en lo más posible al paciente enfermo.
El alcoholismo avanzado.
La pérdida de control total, la persona ya no puede controlar su gran consumo de alcohol, es más fuerte que ellos y el problema los ha superado. El síntoma inequívoco de que se padece este tipo de alcoholismo es el conocido como “apagón”, mal mental que se asocia a la ausencia de memoria por cantidades relativamente pequeñas de alcohol.
En este tipo de alcoholismo las cosas son muy difíciles para los allegados al paciente, y para el paciente mismo, quien se debate entre la tremenda necesidad que su organismo siente por el alcohol y los esfuerzos familiares o amistosos por sacarlo adelante.
En relación con el abuso del alcohol en esta etapa, lo enfermos pueden desarrollar trastornos mentales graves, como el delirium tremens, la intoxicación patológica, la psicosis, las alucinaciones alcohólicas agudas y actuaciones de persecución, etc.
Bien conocido es el estado paranoico ocasionado por el alcoholismo, donde el paciente no realista se cree engañado/a por el cónyuge.
El colapso de los daños corporales se observa principalmente en el sistema nervioso (demencia alcohólica), por la parálisis de los nervios (neuropatía, polineuritis, etc.), el tracto digestivo / intestinal por la irritación y la inflamación (dispepsia, gastritis, pancreatitis) y el hígado durante la cirrosis (cirrosis, hígado graso).
El alcoholismo en general.
La cantidad de alcohol que se necesita para sufrir estos cambios varían de persona a persona y abarcan todos los tipos de alcoholismo que hemos revisado; el alcoholismo suele ser letal cuando estando ya en una etapa avanzada, el alcohólico es atacado por otras enfermedades infecciosas como la neumonía, que aprovecha la debilidad del organismo diezmado por el alcohol.
En general, el alcoholismo es una condición de dependencia a una sustancia que altera la vida del consumidor y sus allegados en todas y cada una de sus etapas, lo mejor es evitar el abuso de las bebidas alcohólicas y de ser posible, erradicarlas por completo de nuestra vida futura.