Tipos de biopsia

17/02/2017

La biopsia consiste en un proceso de extracción de una muestra de tejido del organismo con el fin de estudiarlo microscópicamente y obtener el diagnóstico de alguna enfermedad.

Con frecuencia, este procedimiento es utilizado para diagnosticar algún tipo de cáncer, pero también se puede recurrir a este tipo de pruebas para identificar infecciones, desórdenes autoinmunes e inflamatorios o para comprobar la compatibilidad de tejidos ante un trasplante.

Las biopsias se pueden clasificar según el tipo de tejido que se quiera extirpar o según el método que se utilice para ello. Estas pruebas se realizan en múltiples áreas del cuerpo, siendo las más comunes la médula ósea, el abdomen, el riñón… Sin embargo, son tantas las zonas de donde se puede extraer tejido, que es más aclaratorio hacer una exposición de los diferentes métodos que existen hoy en día.

¿Cuales son los tipos de biopsia?


Biopsia Endoscópica

Se lleva a cabo mediante la utilización de un aparato denominado endoscopio de fibra óptica.

Esta práctica consiste en introducir a través de una cavidad o conducto, ya sea natural  del propio organismo como creado por una incisión, un tubo delgado y alargado con un telescopio de enfoque y una luz en su extremo, que es utilizado para observar algún órgano que pueda haber desarrollado alguna anomalía.

Este aparato está dotado a su vez de unas pequeñas pinzas que permiten al profesional cortar pequeños fragmentos de un tejido.

Las biopsias endoscópicas más comunes se realizan en el esófago, estómago (gastrointestinales), en el colon (colonoscopia), en la cavidad abdominal (laparoscopia) y en las vías respiratorias (laringoscopia y broncoscopia)

Biopsia excisional

También denominada exéresis biopsia. Hace referencia a la extirpación completa de una parte del organismo. Normalmente se realiza en el quirófano, con anestesia general o local utilizando un bisturí o escalpelo.

Es un tipo de biopsia que se utiliza frecuentemente cuando se necesita una porción mayor del tejido o cuando las lesiones son de pequeño tamaño y están situadas en las superficies cutáneas o de algún órgano.

Es muy común utilizar esta técnica cuando el paciente tiene un solo ganglio o tumor pequeño, una lesión en la piel que pudiera ser maligna y para las lesiones en el bazo (este órgano debe eliminarse completamente, ya que si se extirpara solo una muestra de tejido, abría elevadas probabilidades de que surgiera una hemorragia interna durante la intervención).

Biopsia estereostáctica o estereotáxica

Es una técnica que se apoya en diversas pruebas de imagen obtenidas con un aparato explorador de tres dimensiones que permite localizar el punto exacto en el que se encuentra la lesión o tumor que es necesario extraer.

Esto facilita las coordenadas adecuadas donde el médico debe incidir. Se realiza frecuentemente con tumores en las mamas que no pueden ser palpables y en el cerebro.

Biopsia Incisional

El procedimiento en sí, es muy similar al anterior, sin embargo, en este tipo de biopsia tan solo se extrae quirúrgicamente uno o varios fragmentos representativos del tejido que se quiere analizar.

Suele realizarse más a menudo en tumores de tejidos blandos como los músculos, el cerebro, el riñón, el hígado, el pulmón, etc., con el objetivo de distinguir si existe una patología maligna o benigna o porque la zona dañada no se identifica fácilmente.

Biopsia mediante punción-aspiración con aguja fina (FNA)

Consiste en la incisión de una aguja de pequeño calibre en el plano donde se encuentra la lesión, y la posterior succión de una muestra celular del tejido que se pretende analizar.

Se usa principalmente en órganos situados en zonas más profundos (pulmón, páncreas, hígado…).

Las personas que pasan por esta prueba médica pueden ser anestesiadas localmente, pero no es un examen intrusivo que cause excesiva incomodidad.

El aspecto negativo de esta técnica es la complicación de  que se conserve la arquitectura del tejido que se sustrae. Esto quiere decir que en ocasiones se hace imposible establecer el potencial maligno o capacidad invasiva de la lesión.

Biopsia por punción con aguja gruesa

También denominada biopsia por punción o tru-cut. Esta técnica, se lleva a cabo con una especie de pistola automática que proyecta una aguja hueca en la región deseada y permite extraer tejido no sólo compuesto por sus células, sino por otros elementos (tejido conectivo, vasos linfáticos, microcapilares, etc.) que permiten establecer con mayor exactitud el potencial maligno de la lesión.

Los profesionales pueden guiarse para realizar esta prueba tanto por palpación como por una técnica de imagen. Por otro lado, los pacientes reciben anestesia local en la zona que se va a estudiar.

Biopsia por perforación

También llamada Punch. Caracterizada por utilizar una cuchilla cilíndrica hueca con la que se toman muestras de las capas de la piel más profundas (la zona extraída se denomina coloquialmente “corazón de manzana”). Los pacientes reciben anestesia local antes de que el médico haga rotar el utensilio sobre la piel, hasta que se consiguen perforar todas las capas superficiales.