La actitud: es un comportamiento humano, una forma de ser o de actuar ante la vida o circunstancias de la vida, a menudo representa una cierta concepción bien definida. Es también tomar una posición manifiesta que afirma un cierto punto de vista.
Otra forma de entender este vocablo, es cuando se comprende como una preferencia o un disgusto hacia alguien o hacia algo, en psicología social, las actitudes son tomadas como evaluaciones que el indivicuo realiza hacia este objeto de su actitud.
También se entiende como una evaluación que puede ser tanto negativa o positiva hacia alguna cosa o alguna persona, es decir, es una tendencia mental de las personas a evaluar alguna situación o alguna persona basada en su aceptación o repudio.
Una actitud positiva: es la que socialmente siempre se recomienda tener ante los sucesos o dificultades de la vida, y no es más que el convencimiento psicológico de que todo evento tiene siempre un lado positivo que en algunas ocasiones puede ser el rescatar una experiencia y aprender de ella.
Por el contrario, una actitud negativa es relacionada socialmente a la crítica aguda, los malos sentimientos como la envidia, la tendencia mental de ver lo peor de cualquier situación o bien, lo malo de todo cuanto nos rodea.
La actitud tiene tres componentes a saber: el afectivo, el cognitivo y el de comportamiento. El componente cognitivo se refiere a los atributos, creencias y pensamientos que asociamos con un determinado objeto o persona, el componente afectivo nos remite a aquellos sentimientos o emociones que conectamos al objeto, situación o persona en cuestión; mientras que el componente de comportamiento incluye a cualquier comportamiento o actitud previa en relación al objeto o persona en cuestión.
Estos tres componentes son influyentes en la definición de una actitud, aunque no siempre determinantes, ya que un cambio de actitud puede verificarse en cualquier momento.