La anemia es una enfermedad donde la concentración de hemoglobina, el hematócrito y los glóbulos rojos en la sangre es mínima.
Los limites de la concentración de hemoglobina que detecta esta enfermedad varia en cuanto al sexo, la edad, los hábitos alimenticios y las condiciones ambientales.
Los glóbulos rojos, en presencia de anemia, experimentan problemas en su transporte; su producción disminuye y aumenta su destrucción.
Existen varios tipos de anemia:
Anemia carencial: presentada por la falta de componentes para la producción de glóbulos rojos, llevando a la reducción en cuanto a números. Ejemplo:
- Anemia por déficit de vitamina C,
- B6,
- B12,
- Anemia por déficit de hierro y proteínas,
- Anemia por falta de ácido fólico, etc.
Anemia renal: que se presenta a causa de una enfermedad renal que da paso a la insuficiencia renal; y la anemia aplástica que aparece cuando la médula ósea no crea glóbulos rojos.
La anemia puede manifestarse en presencia de una enfermedad hematológica o en otras enfermedades. La misma lleva a generar mayores complicaciones en el ser humano. Para detectar la anemia es necesario una analítica de sangre.
Otros tipos de anemia son los siguientes:
Causas de la anemia
Una de las principales causas de la anemia refiere a:
- Disminución del hierro: el cual se presenta en cada glóbulo rojo -pigmento que transporta oxigeno a los pulmones-. La anemia es muy común en niños con una deficiencia nutricional. Si esta no se corrige a tiempo, puede originar una deficiencia de hierro que lleva a una anemia crónica por deficiencia de hierro. Sus principales factores son: Falta de hierro en la dieta, etapas de crecimiento rápido, poca absorción del hierro, pérdida de sangre.
- Escasez de glóbulos rojos: se muestran cuando el cuerpo no produce suficiente glóbulos rojos, ya sea por una enfermedad adquirida, por factores que provocan la anemia, o por un problema hereditario.
- Pérdida de sangre: Esta puede ser de duración corta o de larga duración. Se muestra en mujeres durante sus periodos menstruales, y en otros individuos que presentan sangrado interno en el estómago o intestinos.
- Enfermedades genéricas: cuando hay una enfermedad, como la de células falciformes, la producción de glóbulos rojos sanos es mínima, lo cual genera anemia.
- Problemas de salud: en presencia de enfermedades crónicas, como el cáncer, se disminuye la producción de glóbulos rojos.
- Mala alimentación: Al no consumir alimentos altos en hierro, se genera un déficit tanto de hierro como de vitamina B12 y de ácido fólico en el cuerpo, que evita la producción de glóbulos rojos.
- Problemas hormonales: A falta de la hormona eritropoyetina -hormona que estimula la producción de células en la médula ósea-, no se pueden producir glóbulos rojos.
- Mala absorción del hierro: Ocurre cuando el cuerpo no absorbe correctamente el hierro de los alimentos, proceso que deja de realizar el intestino delgado en presencia de enfermedades, como la celíaca, o la de Crohn; o al consumir medicamentos o alimentos que reducen el ácido estomacal, como son los antiácidos.
- Rápido crecimiento: En presencia de un rápido crecimiento el cuerpo no mantiene la cantidad de hierro que necesita. Esto sucede en niños menores de 3 años.
Síntomas de la anemia
- Fatiga ante poco esfuerzo.
- Palidez.
- Debilidad.
- Mareos.
- Disnea.
- Dolor de cabeza.
- Dificultad para respirar.
- Palpitaciones.
- Falta de aire al ejercitarse.
- Zumbido en los oídos.
- Mala concentración.
Tratamiento para la anemia
Según la causa original, el tipo, y la gravedad de la anemia, el tratamiento a dar será distinto. Su tratamiento puede llevar a cambios en la alimentación
- Medicinas.
- Ingesta de suplementos adicionales.
- En ocasiones requiere transfusiones de sangre.
- Cirugía o intervenciones para disminuir o frenar la pérdida de sangre.
Con el tratamiento indicando, el organismo logrará aumentar el oxigeno que es transportado por la sangre.
Consejos & Prevención para la anemia
- Se recomienda cambiar la alimentación: ingerir carne, pescados guisantes, espinacas, jugos de ciruelas pasas, cereales con hierro, huevos, frijoles y demás alimentos donde se especifique el contenido del hierro en su porcentaje nutricional.
- La ingesta de medicinas bajo prescripción médica: logran producir mayor cantidad de glóbulos rojos, los especialistas suelen indicar antibióticos para las infecciones, suplementos de hierro, ácido fólico, vitamina B12, hormonas para disminuir el sangrado en la mujer, medicamentos para evitar la destrucción de los glóbulos rojos, etc.
- Hacer ejercicios recomendando 45 minutos diarios.
- Evitar el consumo de helados, cerveza, chocolates y demás alimentos que contengan adictivos que obstruyan la absorción del hierro.
- Consumir plátano, brócoli y demás alimentos que contenga ácido fólico que contribuyen con el aumento de los glóbulos rojos de la médula.