La aptitud es una palabra que también puede variar ligeramente su significado de acuerdo a su contexto, pero cuya designación principal se da en el campo de la biología en el tema de la evolución de las especies; es una designación de la capacidad del individuo para obtener descendencia, en relación con el número de hijos que otros individuos obtienen.
De la aptitud depende, por tanto, tanto la supervivencia individual y la capacidad reproductiva. Concluimos que el término alude a una capacidad de adaptación a un medio determinado y a unas condiciones particulares, se es apto o no se es apto.
Los individuos con alta aptitud conducirán más de sus genes a la siguiente generación de individuos, y por lo tanto estos genes irán en aumento al avanzar las generaciones (selección natural).
La aptitud es un término relativo; un individuo que tiene una alta condición física en una población puede ser de baja condición física en otra población diferente (generalmente con mayor capacidad de supervivencia y proliferación). La aptitud también se puede utilizar para las variantes de genes (aleros).
Específicamente en la raza humana, el término aptitud se extiende adquiriendo otras connotaciones, alguien puede ser más apto psicológicamente para realizar tal o cual tarea de mejor manera que el resto; y lo mismo para el aprendizaje, para las competencias y para casi cualquier actividad humana en donde se trate de adaptarse o demostrar dominio de ciertas disciplinas.
Entendemos entonces la aptitud como una capacidad o una facultad que puede ser innata o adquirida y con la que los individuos cuentan como una ventaja de adaptación y por ende supervivencia o buen resultado de cualquier situación relacionada a su gran aptitud, en comparación a la de otros. Un ejemplo sería la aptitud que para ser mariscal de campo de futbol americano posee Tom Brady, famoso jugador profesional de este deporte en los Estados Unidos de América.