La arritmia, es una alteración que sucede en la frecuencia cardíaca, donde el ritmo del corazón se altera latiendo leve, irregular o muy rápido de lo normal, siendo el rango normal de 50 a 100 latidos por minuto. Según el ritmo de los latidos del corazón, la arritmia se le conoce:
- Taquicardia: cuando la arritmia produce un aumento en el ritmo de los latidos del corazón.
- Bradicardia: cuando los ritmos van mas lento de lo normal.
Las arritmia puede interferir en el corazón y provocar que este no bombee la sangre adecuada que necesita el cuerpo, provocando ciertos daños no solo en el corazón, sino también en el cerebro y en otros órganos.
Existen varios clases de arritmia, de las cuales algunas pueden ser inofensivas, mientras que otras son de gravedad. Estas son:
- Bradiarritmias: estas surgen cuando la frecuencia cardíaca disminuye saliendo del rango normal, lo que provoca que la sangre no fluya con normalidad al cerebro provocando un desmayo en el paciente.
- Arritmias supraventriculares: se le conocen como taquicardias; se originan en el nódulo auriculoventricular o en las aurículas.
- Arritmias extra-sístoles: son inofensivas y muy comunes. Estas pueden ocurrir espontáneamente en la cavidad inferior del corazón –extra-sístole ventricular-, o en la cavidad superior –extra-sístole ventricular-.
- Arritmia ventricular: este tipo inicia en los ventrículos y tienden a ser muy peligrosa, recomendado una supervisión médica de urgencia. Estas pueden generar un ataque cardíaco, una enfermedad coronaria, debilidad en el músculo miocardio, etc.
Causas.
Las causas de la arritmia son diversas, por ejemplo:
- Una enfermedad en el corazón, mucho estrés o el abuso de la nicotina o la cafeína, puede dar a lugar una arritmia extrasístole, que es la mas común, y en muchos casos es asintomática.
- Las bradiarritmias pueden suceder por un desequilibrio en las sustancias de la sangre, por el consumo de ciertos medicamentos, por ataques cardíacos, por el hipotiroidismo y otro problema que altere el funcionamiento del corazón.
- Un ataque cardíaco, la debilidad del músculo cardíaco, y una enfermedad coronaria, puede ser la causa de una arritmia ventricular.
En sentido general, las arritmias pueden aparecer:
- Cuando existe problemas en el sistema de conducción eléctrica del corazón.
- Por cardiopatía.
- Por tener los niveles de potasio desequilibrado.
- Por el estrés.
- Deshidratación.
- Por el empleo de medicamentos antiarrítmicos y diuréticos.
- Por arteriosclerosis.
- Envejecimiento.
- Por el consumo de nicotina y cafeína.
- Por medicamentos para la psicosis y depresión.
- Por cardiopatía congénita.
- Por ataque en el corazón.
Síntomas.
Los síntomas de arritmia que más se suelen presentar son:
- Desmayos.
- Palidez.
- Palpitaciones.
- Pulso muy lento o muy rápido.
- Disnea o ahogo.
- Disminución en la presión arterial.
- Edemas.
- Perdida de la conciencia.
- Dolor en el pecho.
- Vértigo.
- Mareo.
- Dificultad para respirar.
- Sudoración.
Tratamiento.
Antes de cualquier tratamiento el médico deberá de identificar el problema existente en el ritmo cardíaco, para ello puede indicar un monitoreo de 24 horas empleando un Holter, un eco-cardiograma, un electrocardiograma, una angiografía coronaria, o un estudio electrofisilógico.
En arritmias muy serias el tratamiento debe ser tratado de urgencia; abarca el uso de:
- Medicamentos intravenosos u orales.
- Terapias de shock eléctrico.
- La implantación de marcapasos cardíaco temporal.
También se suelen recomendar ciertas cirugías para tratar la arritmia como es:
- Cirugía del baipás coronario: utilizado para mejorar el flujo de sangre que va al corazón en aquellos pacientes que además de arritmia presentan una grave enfermedad en las arterias coronarias.
- Cirugía de Cox: es empleada en personas que realizan cirugía cardíaca por motivos distintos, y en aquellos que no reaccionan a otros tratamientos.
Consejos & Prevención.
Entre los consejos y medidas de prevención que se deben tomar en cuenta, cabe destacar:
- Disminuir el consumo de grasas y azúcar.
- Evitar el tabaco y cigarrillo.
- Realizar ejercicios, recomendándose 30 minutos como mínimo todos los días.
- Controlar el estrés.
- Disminuir el consumo de café, té y alcohol.
- Llevar una dieta balanceada.
- No consumir alimentos muy calientes o muy fríos.
- Tomar mucho líquido.
- Descansar adecuadamente.
- No exponerse a los cambios bruscos de la temperatura.