La comunicación humana se puede definir como la transmisión de los pensamientos sobre acciones con otras personas, de manera deliberada y descarada. Esto significa que una persona que quiere comunicar algo, es primeramente un pensamiento el que desea transmitir. Lo hace mediante la producción de palabras o acciones, o una combinación de los mismos, con el objetivo de que llegue el mensaje a los destinatarios deseados para entender su significado.
Aunque la comunicación humana puede implicar el uso de recursos lingüísticos tales como palabras y frases, esto no es un requisito previo, es posible comunicarse con gestos y ademanes, los cuales pueden ser improvisados, y no tienen que ser de señalización convencional o codificados, aunque a menudo lo son.
Una definición más amplia de comunicación es todo comportamiento que tiene la función evolutiva que transfiere información de comportamiento de un individuo a otro. Tales características pueden ser sobre la comunicación en el mundo animal, -como la danza de la abeja, que puede ser una señal para señalar en donde hay flores-, o también sobre ciertos tipos de comportamiento humano, no lingüístico, como el sonreír.
Aunque el lenguaje es el principal medio de comunicación del hombre, no es el único enlace entre el lenguaje y la comunicación necesariamente. La comunicación se puede llevar a cabo a través de sonidos no verbales, suspirando para transmitir la decepción o la alegría; los mamíferos sobre todo también usan gestos no verbales, algunos de las cuales son una señalización convencional y global, como la negación, que se hace moviendo la cabeza, o como mantener un pulgar hacia arriba, en señal de aprobación. Otros gestos no lingüístico pero comunicativos, pueden improvisarse como una acción específica.
La comunicación que se lleva a cabo sin el uso de palabras y frases muestran que hay más en la comunicación que sólo lingüística, por ejemplo, se puede rechazar una invitación a cenar diciendo «Ya he comido.» Lo que se comunica aquí es sobre todo el mensaje implícito de que rechaza una invitación, no que la frase signifique la realidad.
En muchos otros casos, las palabras que no se usan proporcionan suficiente significado en sí mismo, de donde es posible deducir lo que se comunica, por ejemplo, si alguien dice que «está listo», se puede deducir de las palabras en la frase que se habla de una persona de sexo masculino que está listo para cualquier cosa o actividad. Pero el destinatario comunicado aún debe determinar qué individuo es, que se quiere decir, y qué tipo de cosa o actividad o declaración expresa de que o para que estaba listo.