La conciencia es tener los conocimientos, la inteligencia y la comprensión de lo que eres, lo que sientes, lo que piensas y lo que significa algo o lo uno hace por uno mismo y por los demás en algunas ocasiones. Tener conciencia es, en un sentido amplio, saber lo que sucede en el presente. La conciencia se utiliza a veces como sinónimo de auto-conciencia, es decir, el estar consciente de su propia conciencia.
Tomar una decisión consciente significa que has pensado lo que significa la decisión y qué consecuencias puede tener, esto hace que el significado de la palabra inconsciente sea hacer algo sin saber lo que haces, sin pensar en ello, o sin saberlo (comparar incluso inconscientemente).
Lo que se hace sin saber, a veces puede llegar a ser consciente mientras se hace o se cobra conciencia después del hecho consumado, después de lo cual, se tiene una tendencia a racionalizar tales actos para construir explicaciones que podemos definir como pensamientos conscientemente controlados.
En psicología, el término conciencia se refiere a la percepción y la reacción cognitiva de un animal ante la ocurrencia de una determinada condición o evento. Aquí, la conciencia no implica necesariamente la comprensión.
El concepto de conocimiento es relativo. Un animal puede ser parcialmente consciente o que inconscientemente tenga en cuenta algo, o incluso que esté muy consciente de algo. La conciencia puede ser detectada en un estado interno, tal como una sensación de la lebgua o la percepción sensorial de los eventos externos.
La conciencia proporciona la «materia prima» de la que los animales pueden desarrollar ideas subjetivas acerca de su experiencia; dando paso a las ideas se llega al descubrir la parte inconsciente, llegando a ser plenamente consciente: esta es la iluminación.
El hombre cree hasta el momento que es el único animal que puede alcanzar este estado (el pico más alto de la conciencia).