El crédito es un préstamo de dinero que el banco otorga a su cliente, con el compromiso de que en el futuro, el cliente devolverá dicho préstamo en forma gradual (mediante el pago de cuotas) o en un solo pago y con un interés adicional que compensa al Banco por todo el tiempo que no tuvo ese dinero (mediante el prepago).
En un crédito nosotros mismos administramos ese dinero mediante la disposición o retirada del dinero y el ingreso o devolución del mismo, atendiendo a nuestras necesidades en cada momento. De esta manera podemos cancelar una parte o la totalidad de la deuda cuando creamos conveniente, con la consiguiente deducción en el pago de intereses.
Muchos de nosotros pensamos en tarjetas de crédito cuando nos referimos a crédito. El uso de las tarjetas nos atrae. Nos permiten satisfacer inmediatamente nuestros deseos de comprar ciertos artículos sin tener que esperar a tener dinero para comprarlos y poder hacer uso de ellos en el momento. También es muy fácil endeudarse con las tarjetas de crédito. Con excesos de deudas viene una pobre valoración de su crédito y la probabilidad de que futuras hipotecas y préstamos le sean denegados.
¿Por qué utilizar un crédito?
El crédito te ofrece liquidez inmediata, en tiempos o situaciones que se nos hace muy difícil tener ciertas cantidades de dinero. No es fácil reunir el dinero necesario para comprar una casa y mientras lo reúnes puedes estar gastando dinero en arriendos, que bien pudieran ser cuotas de tu propio hogar, es aquí donde el crédito juega un papel importante.
Es importante también en situaciones de emergencia, en donde el crédito actúa como un colchón. Si el crédito se utiliza con prudencia, puede ser una magnífica herramienta para darle un poco de seguridad para los gastos inesperados.