Un equipo de trabajo puede definirse como el conjunto de personas que se encuentran trabajando con el fin de lograr determinados objetivos planteados en común.
Cualquier equipo de trabajo, desde su creación debe atravesar una serie de fases, para conformarse finalmente como tal. En primer lugar todos sus miembros deben formarse como grupo, esto acarrea multitud de interrogantes. Pasado esta parte, deben comenzar a trabajar juntos, esta fase en ocasiones trae algunos problemas o malentendidos.
Cuando el grupo está trabajando, llegará un momento en el que sus integrantes se sientan unidos y conformes, todos se dirigen hacia el mismo objetivo, conseguir las metas planteadas. Puede decirse que en este momento el grupo de trabajo comienza a rendir.
Existen varios tipos de equipos de trabajo, entre los cuales se pueden encontrar: Equipos funcionales, equipos para resolver problemas, equipos auto administrados, equipos inter funcionales y equipos de trabajo de alto rendimiento.
Tipos de equipos de trabajo
Equipos de trabajo funcionales
Este tipo de equipo de trabajos son aquellos en los que existe una persona encargada de la gerencia y un grupo de personas que trabajan bajo su supervisión. Dentro de estos grupos existe una delimitación bien definida de los objetivos que se deben conseguir, las figuras que lideran el grupo, así como la toma de decisiones.
Sobre todo este tipo de grupos está destinado a la mejora de las tareas laborales, del mismo modo suelen encargarse de la resolución de posibles problemas que se planteen dentro de la empresa o con los clientes etc.
Equipos para la resolución de problemas
Este tipo de equipos se dirige hacia la mejora del rendimiento de la empresa, es decir, son los encarados de analizar y poner en común determinadas cosas que pueden mejorarse en la organización. Por norma general se encuentran formados por grupos de personas no muy extensos.
El funcionamiento de estos grupos se compone de reuniones, generalmente semanales, en las que todos sus miembros trabajan para encontrar nuevos métodos o formas de mejora.
Uno de los ejemplos más comunes que se pueden encontrar de equipos de trabajo para la resolución de problemas son los círculos de calidad, compuestos de grupos de no más de 10 personas pertenecientes a la empresa, que se reúnen periódicamente para analizar a cerca de la calidad de las acciones, etc.
Equipos auto-administrados
Este tipo de equipos se está desarrollando en muchas empresas actualmente, su particularidad reside en la inexistencia de personas encargadas de la gerencia o líderes que manejen lo que se debe y no hacer.
Estos equipos están formados por un conjunto de personas que de forma autónoma se encargan de realizar un trabajo determinado o parte del mismo, con la finalidad de conseguir un producto o logro que debe ser presentado a los clientes.
Dentro de estos, son las personas que lo forman quienes se encargan de evaluar el funcionamiento que están teniendo el trabajo, de proponer los objetivos así como lograr su consecución. Además son ellos quienes se encargan de definir correctamente las horas de trabajo.
Equipos inter-funcionales
Este tipo de equipos de trabajo tienen su particularidad en la composición de los mismos, ya que las personas que forman parte de un equipo inter-funcional, provienen de diferentes áreas. Tienen el mismo nivel dentro de la organización pero no se dedican a lo mismo.
Estos, se reúnen en determinadas ocasiones para realizar algo en concreto, es decir, estas personas al pertenecer a campos distintos de la empresa pueden conseguir algo más complejo, intercambiando todo tipo de información y puntos de vista.
Lo más difícil que posee este tipo de equipo es el comienzo del mismo, al inicio se hace difícil manejar estos equipos, pero cabe destacar que, como resultado se obtienen cosas realmente competentes.
Equipos de trabajo de alto rendimiento
Estos equipos de trabajo están formados por personas que tienen una idea perfectamente definida de los fines que se deben conseguir. Al mismo tiempo los componentes de estos grupos, se sienten en todo momento motivados a conseguir los objetivos planteados.
Ven estos objetivos como aspectos de gran importancia, muchas de estas personas incluso distraen sus propios intereses para encargarse de lograr estas metas. En todo momento tienen conciencia de lo que deben dar de ellos y como abordar las cosas de manera conjunta para conseguir lo propuesto.
Dentro de estos equipos se presenta, de forma general un buen entendimiento y buenas habilidades sociales entre sus miembros, se trata de personas muy comprometidas con lo que están haciendo en cada momento.
Se producen continuos momentos de feedback dentro de la organización o equipo, por ello que en todo momento se consiguen evitar o arreglar posibles problemas ocurridos durante el desarrollo del trabajo. Además, al existir una comunicación constante, en todo momento van saliendo a la luz posibles malentendidos, que acto seguido se trabajan para que el clima del equipo sea siempre óptimo.