Las erupciones volcánicas son el resultado del escalamiento del magma mediante un canal que va desde el interior de la tierra hasta el cráter del volcán. El magma está compuesto por roca fundida, gases, rocas cristales.
Después de una erupción, la roca fundida propagada por el volcán se denomina lava, la lava puede poseer temperaturas entre 700 y 1500 grados centígrados; dependiendo de los compuestos químicos que la forman. Los fragmentos ocasionados por la erupción volcánica se designan de forma genérica como piroclastos, de forma más concreta se califica a los sedimentos rocosos de más de 64 milímetros de diámetro como bombas o bloques.
El siguiente tamaño identificaría a lo que se denomina lapilli, que también son restos rocosos de entre 2 y 64 milímetros. y pasan a convertirse en ceniza cuando su dimensión disminuye a 2 milímetros de diámetro.
Este material puede ser arrojado por el volcán con distintos grados de fuerza, esto dependerá de la estructura química del magma, la cantidad de gases y en algunos casos por la interacción del magma con el agua. Cuando el magma se avecina a rozar la superficie, este se mezcla con el aire exterior y puede perder parte de los gases, lo que ocasiona burbujas en el interior ocasionando dos posibles situaciones:
Se puede producir una erupción efusiva cuando los gases del magma son liberados de forma autónoma sin modificar la presión del ambiente, entonces el volcán no explotará. Sin embargo, si el magma comienza a almacenar presión sin ser capaz de expulsar los gases; las burbujas crecen en el interior y el magma abandona el volcán en forma de una explosión agresiva.
Tipos de erupciones volcánicas
Erupción tipo hawaiana
El motivo por el cual este tipo de erupciones volcánicas se designan erupciones hawaianas es debido al volcán Kilauea, que se ubica en la Isla Grande de Hawaii. En este tipo de erupciones volcánicas la emisión de lava puede durar bastantes horas por lo que es conocido popularmente como “fuente de fuego”, así mismo la lava puede alcanzar recorridos de hasta 1000 metros antes de enfriarse.
Estas erupciones son singulares debido a la difusión de lavas de tipo basáltica o andesita básica, es decir, las cuales cuentan con un humilde contenido gaseoso. Eso provoca que las lavas sean más livianas y posean mucha más movilidad que las lavas pesadas, lo que se traduce en alcanzar varios kilómetros de recorrido hasta que se enfria.
Al contar con bajo contenido gaseoso, la explosión de este tipo de volcanes es poco habitual. Sin embargo, sus efectos son devastadores debido a los recorridos de la lava lo cual sí ocasiona que se creen montañitas próximas a los centros de emisión.
Erupción tipo estromboliana
Este tipo de erupciones, están estrechamente vinculadas a pequeñas explosiones. Cuando un volcán explota, se forma una columna eruptiva que adquiere de 1 a 15 kilómetros de altura. Las explosiones pueden durar horas y lo que las caracteriza es su ritmo constante, aunque separado por períodos de minutos e incluso horas.
Los materiales emitidos por el volcán cuentan con una composición química bastante básica y están conformados por restos rocosos, bombas y cantidades ligeras de ceniza.
Lo que caracteriza este tipo de explosiones son los conos pequeñitos de restos rocosos y ceniza que se forman durante la actividad eruptiva, los cuales pueden alcanzar hasta 200 metros de altitud. Un ejemplo característico es la actividad eruptiva estromboliana es el volcán Stromboli en Italia. En Perú se encuentran conos de escoria en la zona de Huambo, Andahua y Orcopampa.
Erupción tipo vulcaniana
Este tipo de erupciones volcánicas es de las más potentes, la columna eruptiva puede llegar a alcanzar entre los 3 hasta los 20 km de altura. Son erupciones explosivas que emiten ceniza, proyectiles balísticos y a veces incluso escoria o pómez.
La actividad eruptiva vulcaniana es más agresiva respecto a las erupciones estrombolianas, ya que la composición química del magma es intermedia, en tanto que cuenta con una cantidad mayor de gases. Las explosiones, de igual forma, son rítmicas y se producen en intervalos de minutos a horas en incluye días.
Algunas explosiones son tan potentes que son capaces de destruir parte del edificio volcánico. Dos ejemplos de erupciones vulcanianas son las erupciones de los volcanes Sabancaya y Ubinas.
Erupción tipo pliniana
Este tipo de erupción es las más violenta, puesto que el magma cuenta con una composición química ácida y posee alto contenido gaseoso. Las columnas eruptivas alcanzan alturas mayores a los 30 km y los materiales emitidos pueden damnificar extensas áreas próximas al volcán e incluso generar cambios en la temperatura.
Durante la actividad eruptiva de este tipo de volcanes, es importante destacar la caída significativa de voluminosas rocas, lapilli, pómez y ceniza, así como flujos piroclásticos de pómez y ceniza designados como ignimbritas. Un ejemplo de erupción pliniana fue la explosión del volcán Vesubio en el año 79 D.C, que enterró la ciudad de Pompeya; así como la erupción del volcán Huaynaputina.
Erupción tipo peleana
Este tipo de erupciones, hayan su característica principal en que son violentas e intermitentes. Se diferencian de las demás por exhibir colapsos en su actividad eruptiva. Por otra parte, en estas erupciones los volcanes expulsan flujos piroclásticos compuestos por fragmentos de lava, cenizas y gases.
Estos flujos son más livianos y esto se traduce en que pueden lograr velocidades de hasta 100 a 200 kilómetros por hora. Un ejemplo de este tipo de erupción sería el volcán Merapi en Indonesia.