
La escritura ideográfica se basa en figuras que simbolizan ideas por medio de una representación icónica conceptualizando lo que se quiere transmitir, lo cual se codifica mediante articulación de signos.
Los signos ideográficos son símbolos de la idea, algunos de ellos son la escritura china, japonesa o los jeroglíficos. La escritura ideográfica sumeria consta de 550 caracteres.
Una palabra es representada por un signo único llamado ideograma, el cual no tiene ninguna relación con los sonidos que produce dicha palabra. Los ideogramas se derivaron de la escritura pictográfica.
Los egipcios y babilonios descubrieron la escritura ideográfica, la cual permite que se interpreten símbolos o imágenes. Aun cuando la interpreten personas con diferentes lenguas, todos entenderán el mismo significado.
Ejemplo: Si se quiere indicar una casa se dibuja una casa.
Al pasar el tiempo se incluyeron ideogramas auxiliares para construir palabras abstractas o compuestas, los cuales dieron lugar a una escritura silábica.
En la escritura ideográfica, cada signo representa un concepto, pero el mismo concepto no podía tener distintas equivalencias en sumerio y en acadio.
La escritura ideográfica, así como la silábica, se emplearon hasta la época babilónica en donde se fue perdiendo la significación ideográfica.
Esta escritura se escribía en columnas verticales, de arriba a abajo y de derecha a izquierda. En la época sumeria se escribía horizontalmente de izquierda a derecha.
La escritura ideográfica se ha conservado hasta nuestros días en las matemáticas ya que estas se componen de signos matemáticos y signos numéricos.
Los números, por ejemplo, no expresan palabras sino signos gráficos que para un hablante en cualquier idioma significa lo mismo aunque sea pronunciado en distintas lenguas. Ej.: el signo 4, aunque significa lo mismo para un español y un inglés, es pronunciado diferente: cuatro y four.
Lo mismo sucede con los símbolos matemáticos para realizar operaciones. En este sentido, la escritura ideográfica tiene una gran ventaja sobre la fonética, ya que permite abreviar de una manera sencilla que pueda ser entendida por personas de distintas regiones del mundo.
La escritura maya es un ejemplo de escritura ideográfica. En Mesoamérica se encontraron muchos ideogramas grabados en estelas de piedras, altares y paredes de los edificios, la mayoría de estos glifos mayas no se han descifrado.
Los ideogramas mayas tratan temas de cronología, astronomía y aritmética. De aquí se deduce que sentían una gran fascinación por contar el tiempo, estas estelas se refieren a la historia, las costumbres, ideas políticas y sociales de su pueblo.