La palabra filosofía, proviene del latín philosophia, que significa «amor por la sabiduría». Es una ciencia, que de manera detallada y cuidadosa, busca dar respuesta a una variedad de interrogantes como la mente, la moral, la belleza, el conocimiento, la existencia, la verdad, etc.
Al tratar estas incógnitas, la filosofía busca alejarse de lo esotérico, mitológico y espiritual para dar más enfoque a las pruebas racionales sobre los argumentos de autoridad.
La filosofía de occidente ha tenido una gran influencia de la ciencia, la religión y la política occidental; por lo que, muchos de los filósofos más importantes fueron a la vez grandes científicos, teólogos o políticos y algunas nociones fundamentales de esta disciplina todavía son objeto de estudio filosófico.
Funciones de la filosofía
Función antropológica
La antropología filosófica es la rama de la filosofía que estudia al hombre en sí mismo, es decir, que toma al ser humano como objeto a la vez que sujeto del conocimiento filosófico.
Las interrogantes planteadas apuntan a precisar qué es el hombre, qué diferencia al hombre de las demás entidades que existen en la realidad, cuáles son los factores fundamentales de su ser; no en el sentido funcional o material físico con que pueden estudiarlo, sea la anatomía o la fisiología, sino con referencia a lo que establece lo más diferencial y personal de su ser (los determinantes de su condición racional y espiritual).
En tal sentido, como la antropología es la disciplina que busca el conocimiento del hombre con respecto a su comportamiento, tanto individual como colectivo, esta se distingue de la sociología porque como disciplina, analiza las cuestiones de las sociedades humanas pero desde un punto de vista más general y objetivo, contrario a la antropología que es subjetiva.
Función cultural
La filosofía de la cultura, es la rama de la filosofía que estudia cómo beneficia o afecta la cultura al individuo; así como también, las condiciones generales para que suceda determinada transmisión cultural y el marco teórico que permite trabajar la cultura como concepto.
Esta rama se encuentra estrechamente relacionada con la filosofía de la historia, la historia de la cultura y las ideas. También con la psicología social y la antropología.
La utilidad o no de la filosofía se debe plantear, bien con respecto al individuo considerado a si mismo o con respecto a la sociedad en que se encuentra.
En lo que al individuo incumbe, basta observar que el estudio de esta ciencia produce un profundo placer espiritual y goce intelectual en aquellos que la cultivan.
Función social
Desde el punto de vista social, la filosofía insiste en que las acciones y fines humanos no deben ser el resultado de una ciega necesidad.
La filosofía plantea, que no deben ser adoptados como hábito y practicados sin crítica lo siguiente:
- Los conceptos de la ciencia.
- Las costumbres prevalecientes.
- La forma de vida de la sociedad.
- El modo de pensar dominante.
En un intento perseverante y cuidadoso, la filosofía intenta introducir la razón en el mundo, por lo que su posición siempre es precaria y cuestionada. Al carecer de utilidad inmediata, ésta puede parecer incómoda y obstinada, convirtiendo la filosofía en fuente de contrariedades, dándole así, su auténtica función social de desarrollar pensamiento critico.
Función educativa
La rama educativa de la filosofía reflexiona sobre la educación y sus problemáticas, analizando las teorías de la pedagogía, criticando las teorías educacionales y sacando conclusiones sobre principios generales de la educación.
La filosofía educativa trata sobre la esencia y el valor, el sentido y la finalidad, las posibilidades y los limites en extensión y la profundidad de la educación, con funciones reflexivas, analíticas, criticas y normativas.
Esta se concentra en dos aspectos elementales que son: la naturaleza del aprendizaje y el propósito de la educación; cuestionando la transmisión de valores morales, ya que la educación es la capacidad de traspasar conocimiento a las nuevas generaciones.