La letra cursiva (del latín curro = correr) también denominada itálica o bastardilla, es un estilo de letra cuyos trazos son inclinados y un poco más redondeados que las mismas letras redondas.
La inclinación de estas letras permite que se escriba con cierta rapidez y de allí viene el nombre cursiva.
La cursiva es uno de los tres elementos básicos que se utilizan para indicar que una palabra o grupo de ellas tiene un sentido especial, o que no se corresponde con el vocabulario común de la lengua en la que se está escribiendo, junto con las mayúsculas y las comillas.
Estos tres procedimientos no se combinan comúnmente (a menos de que sea en los nombres propios o sea la primera palabra de una expresión, título, cita o similar).
Características de la letra cursiva
La letra cursiva o itálica se caracteriza por la inclinación y lo fino que son sus caracteres en comparación con las letras de estilo romano. Al ser muy inclinadas de cierta forma nos hacen una referencia al estilo caligráfico.
Incluso aunque la mayoría de las escrituras y libros de la actualidad corresponden a los tipos de letras romanas, el uso de la cursiva no ha decaído, ya que se utilizan para hacer resaltados o darle énfasis a encabezados, citas, títulos de libros u obras, palabras que un autor quiera resaltar.
Su uso más común es que se utilizan para señalar que una palabra no se pertenece con las demás palabras o que es una palabra en otro idioma, o es una jerga adoptada.
Historia de la letra cursiva
Las cursivas inglesas se derivaron de la escritura con pluma de acero, utilizadas en el siglo XIX. Se caracterizan por ser finas y gruesas debido a que es escrita con pluma y poseen ornamentos en sus mayúscula.
La cursiva fue desarrollada en 1500 por Aldo Manuzio, quien era un impresor de Venecia, La base que utilizó fue la caligrafía humanista italiana. Este desarrolló una versión más clara y amplia en 1522 y así se ganó el nombre de padre de la cursiva moderna.
Usos de la cursiva
La letra cursiva se puede utilizar de las siguientes maneras
- Para hacer énfasis.
- En las palabras o letras en español que se refieren a sí mismas y no a su significado.
- En las palabras que son de origen extranjero y no siguen las reglas ortográficas del español.
- Las creaciones coloquiales y las palabras que no se emplean correctamente.
- En textos educativos, en el nombre de los conceptos cuando se introducen o explican.
- En diccionarios, en la función gramatical, los ejemplos, comentarios, etc.
- Las indicaciones de las escenas, en los guiones de obras de teatro o de cine, radio y televisión.
En los títulos de
Libros.
- Pinturas, esculturas y fotografías.
- Obras teatrales, espectáculos y películas.
- Discos musicales.
- Temas de congresos, encuentros, etc.
- Programas de televisión, de emisión diaria o de una sola emisión.
- Exposiciones artísticas.
- Personajes de una obra.
- En nomenclatura botánica y zoológica, los nombres científicos de género, especies y subespecies.
- En los frascos clasificatorios de los laboratorios.
- Los nombres de ejemplares individuales de los vehículos.