Objetivos competitivos

29/01/2010

Los objetivos competitivos se desarrollan de tal manera que se establecen prioridades en las metas pautadas, para decidir cuales objetivos se deben sacrificar o dificultar ante otros.

Este proceso se lleva a cabo haciendo uso de estrategias competitivas las cuales se utilizan para mejorar la posición competitiva de una compañía. Con estas estrategias, la empresa se visualiza como un todo, por lo que el modo de aplicación de las mismas es la que decide el destino de la institución.

Una característica importante de las estrategias que se utilizan para obtener los objetivos competitivos es que, gracias a su aplicación, las metas que se tienen pautadas alcanzar pueden ser conseguidas a un largo plazo. Normalmente son formuladas por los altos directivos de la compañía y comúnmente requieren grandes recursos para su funcionamiento.

Entre los objetivos competitivos encontramos:

Integración hacia atrás

En este objetivo se intenta conseguir la posesión total o un control mayor de los proveedores de la compañía. Estos casos se presentan en el momento en el que una empresa crea una segunda compañía, que tenga a su cargo la producción de los insumos que la primera necesita, o cuando obtiene condiciones más favorables de alguno de sus proveedores.

Integración hacia adelante

Se desarrolla al conseguir mayor control o posesión de los minoristas o distribuidores con los que la empresa labora. Esto suele suceder normalmente cuando una compañía encargada de la producción de algún producto inaugura sus propios puntos de ventas o adquiere a alguno de sus distribuidores.

Integración horizontal

Este objetivo consiste en obtener control o posesión mayoritaria de los competidores de la compañía. Esto se desarrolla en el momento en el que la empresa establece una función con otra compañía competidora, otro caso es cuando la primera absorbe o adquiere a la segunda.

Desarrollo de mercado

Se introducen los productos actuales en mercados nuevos con la finalidad de ampliar la cobertura geográfica de los mismos. Esto sucede cuando una compañía inaugura locales, tiendas o sucursales en otras regiones y también cuando exporta sus productos.

Penetración de mercado

Se intenta alcanzar una participación mayor en el mercado haciendo uso de un esfuerzo con el cual se consiga el aumento de la clientela y de las ventas. Gracias a esto se obtiene un aumento en la cantidad de ventas, en los gastos de publicidad y en el lanzamiento de promociones de ventas novedosas.

Desarrollo del producto

Se dedica a mejorar o modificar los productos actuales, así como también a diseñar otros completamente nuevos. Este objetivo le agrega a una empresa la inclusión de funciones nuevas en sus productos, alarga su tiempo de duración y mejora la utilidad del mismo.

Desinversión

En la desinversión se vende una parte o una división de la compañía, con la finalidad de centrar su misión a un objetivo en específico. Esto sucede al una empresa vender su negocio de venta de ropa para dedicarse de lleno a la sastrería.

Liquidación

En la liquidación se venden cada uno de los activos de la compañía, segmentados en partes y aplicándose su valor tangible. Esto comúnmente ocurre cuando una empresa se declara en bancarrota o en quiebra y toma la decisión de liquidar sus activos.

Diversificación relacionada o concéntrica

Se añaden productos nuevos que tengan alguna relación con los productos actuales. Esto pasa cuando una compañía que hace mesas también se dedica a fabricar sillas, muebles, mecedoras y demás artículos relacionados.

Diversificación no relacionada o conglomerada

En este objetivo se añaden productos nuevos que no tengan ninguna relación con los productos actuales. Contrario a la diversificación concéntrica y relacionada, en este caso una empresa que comercializa productos comestibles toma la decisión de vender bisutería también.