Las oraciones simples están formadas por un sujeto gramatical que puede ser explicito o implícito y un predicado.
Contienen un sólo verbo en forma personal. Pueden ser de predicado verbal o de predicado nominal, según si su verbo es predicativo o copulativo.
Copulativas: llamadas también atributivas, tienen predicado nominal y se construyen con los verbos ser, estar o parecer y un atributo que califica al sujeto. Ej.: La casa parece nueva.
De predicado verbal
Activas: el sujeto realiza la acción indicada por el verbo. Ej. La policía persiguió al delincuente.
Pasivas: el sujeto experimenta o recibe de forma pasiva la acción verbal. Por lo general se construyen con los verbos ser-estar seguidos de un participio, y pueden explicitar el sujeto que realiza la acción con un complemento preposicional. Ej. El delincuente fue perseguido por la policía.
Transitivas: su verbo lleva un complemento directo. Ej. El perro roe el hueso.
Intransitivas: no llevan complemento directo. Ej. El perro duerme.
Reflexivas: El sujeto realiza la acción verbal y al mismo tiempo la experimenta, esto se manifiesta con un pronombre reflexivo en concordancia de numero y persona con el sujeto.
Reflexivas directas: el reflexivo funciona como complemento directo. Ej. Yo me lavo.
Reflexivas indirectas: el reflexivo realiza la función de complemento indirecto. Ej. Juan se afeitó la barba.
Recíprocas: El sujeto está formado por varias personas y cada una de ellas recibe la acción de la otra. Pueden reforzar su significado con adverbios o expresiones adverbiales reciprocas (mutuamente, entre sí, etc.).
Recíprocas directas: el reflexivo funciona como complemento directo. Ej. Pedro y Manuel se ayudan mutuamente.
Recíprocas indirectas: el reflexivo realiza la función de complemento indirecto. Ej. Los perros se prestan calor unos a otros.
Pasivas reflejas: Ocultan el agente de la acción verbal mediante el pronombre reflexivo se, el verbo en tercera persona y un sustantivo en concordancia que funciona como sujeto pasivo. Ej. Se compra madera.