Los platos de ducha son elementos esenciales en el diseño de baños modernos. Están diseñados para proporcionar una base sólida y segura para ducharse, a la vez que contribuyen a la estética general del baño. Fabricados en una variedad de materiales, vienen en diferentes formas, tamaños y estilos para adaptarse a las necesidades y preferencias individuales.
Este artículo pretende comparar los materiales principales, que sin duda te ayudará en tu elección. Revisaremos los diferentes tipos: desde los acrílicos, de pizarra, de resina y carga mineral.
También existen otros tipos. Por ejemplo, los platos de ducha de piedra que se fabrican con diferentes minerales naturales, en este caso de piedra.
Platos de ducha acrílicos
Los platos de ducha acrílicos ofrecen una alternativa a los tradicionales de porcelana. Aunque los de resina (que explicamos más abajo) han ganado popularidad en comparación con los de acrílico, especialmente los modelos de aspecto similar a la pizarra.
Los platos acrílicos siguen siendo una opción viable para aquellos con un presupuesto ajustado al comprar un plato de ducha.
Platos de ducha de pizarra
Los platos de ducha de pizarra se destacan por su calidad superior en el mercado y suelen ser a medida, aunque también hay muchos tamaños estándar.
Este tipo de plato reciben rigurosos ensayos en laboratorios acreditados para garantizar la integridad del proceso de fabricación y el uso de materiales de primera calidad.
Los platos de pizarra ofrecen una resistencia excepcional, una mayor durabilidad y están tratados con propiedades antibacterianas para una experiencia de ducha segura y confortable a lo largo del tiempo.
Platos de ducha de resina y de carga mineral
Este tipo de platos se caracterizan por ser sencillos de limpiar. Tiene una absorción de agua inexistente, además resisten al rayado y a diferentes temperaturas por lo que podría ser una buena opción si estamos en climas muy fríos o muy calurosos.
¿Platos de ducha o bañeras?
Los platos de ducha ofrecen ventajas significativas en comparación con las bañeras tradicionales, como un fácil acceso, limpieza más sencilla y una apariencia más moderna y minimalista.
Además, son ideales para baños pequeños o con diseños contemporáneos, ya que ocupan menos espacio y pueden integrarse de manera fluida en el entorno del baño.