La presión arterial consiste en la potencia que efectúa la sangre contra los muros de las arterias. Cuando el corazón late, lleva la sangre hacia las arterias, que es cuando su fuerza es más elevada. La presión arterial se requiere para otorgar nutrientes y oxígeno a los órganos del cuerpo.
En el cuerpo la sangre se mueve por los vasos sanguíneos. Los canales por donde circula la sangre son las venas y las arterias. La sangre que se transporta continuamente por los vasos efectúa una presión sobre los muros vasculares.
Usualmente, el corazón se encoge y vuelve a extenderse, por término medio, entre 65 y 85 veces por minuto. Con esto bombea la sangre a presión hacia las venas o arterias para otorgar nutrientes y oxígeno a los órganos.
Los vasos sanguíneos se van derivando más y más hasta modificarse en vasos sanguíneos capilares. Estos canales otorgan más o menos fuerza al torrente sanguíneo, si posee la presión necesaria.
Tipos de presión arterial
Presión arterial sistólica
La presión arterial de tipo sistólica consiste en la fuerza máxima que se consigue en la sístole. Esta clase necesita especialmente de la volemia, la distensibilidad correspondiente a la aorta, las arterias y el débito sistólico.
Presión arterial diastólica
La presión arterial diastólica consiste en la fuerza reducida contra las arterias y sucede durante el proceso de la diástole. Requiere esencialmente de la fuerza vascular periférica.
Presión de pulso
La presión del pulso es descrita como la desigualdad entre la presión diastólica y la sistólica, y se expresa en milímetros de mercurio y se considera una señal de la distensibilidad de las arterias.
La presión de pulso se incrementa con la edad, tanto en mujeres como en hombres, de manera paralela al crecimiento de la presión arterial sistólica, sobre todo en la población con más de 60 años, y la bajada paralela a la presión arterial diastólica que causa la dureza arterial.
Presión arterial alta primaria
La presión arterial de tipo alta primaria consiste en la clase más usual de la tensión arterial alta. Esta presión arterial generalmente se manifiesta con el transcurso de los años, mientras la persona se hace vieja.
Presión arterial alta secundaria
La presión arterial de tipo alta secundaria es originada por otra afección o desorden médico o la utilización de diversos fármacos. Esta clase suele solucionarse después de que se suprime el motivo que la causa.
Formas de medir la presión arterial
Aparato electrónico
Este se usa mucho para hacer autocontrol, no requiere fonendoscopio debido a que tiene un detector de pulso integrado y es de sencillo uso.
Pero, es descrito como un instrumento muy sensible a los sonidos y a los movimientos, por lo que para que las estimaciones conseguidas sean precisas, se requiere que el brazo no se agite y la persona no hable. Es esencial que el instrumento esté en buen estado y se inspeccione de forma periódica.
Esfigmomanómetro de mercurio:
Se considera el aparato más preciso y menos propenso a los errores. Para su utilización se necesita un fonendoscopio.
Esfigmomanómetro de aire
Consiste en el más empleado y también es un instrumento exacto. Al igual que el esfigmomanómetro de mercurio, requiere de un fonendoscopio para utilizarlo.
Enfermedades vinculadas con la presión arterial
Insuficiencia cardíaca
Consiste en una afección que se origina debido a una carencia del corazón, el cual no tiene la habilidad de otorgar el volumen de sangre requerido por minuto para satisfacer las exigencias de todo el cuerpo.
Es un trastorno que usualmente se da en personas que poseen un corazón débil o que anteriormente sufrieron de algún problema cardíaco. Hay diversas razones, las cuales pueden producirse por enfermedades del músculo del miocardio, el corazón, o de igual forma por hipertensión arterial u otras enfermedades que pueden ser hereditarias.
Enfermedades renales
Informes actuales aseguran que las afecciones de presión sanguínea incrementan la amenaza de sufrir trastornos renales, como puede ser una deficiencia renal. Esto es debido al hecho de que la presión arterial alta hace que el corazón realice labores de más y, a medida que transcurre el tiempo, puede lacerar los vasos sanguíneos del organismo.