Las rocas metamórficas son aquellos materiales de piedra maciza que han sido formadas a través de altas temperaturas y fuertes presiones que ocurren en las capas interiores de la tierra.
La característica principal de este tipo de rocas es que presenten una especie de líneas que conforman los materiales alineados entre sí por el aplastamiento que han sufrido los mismos.
El término metamorfismo involucra el hecho de que la compasión del material ha sido transformada por el paso del tiempo, sin que se haya producido un cambio de estado directo. Esto es debido a las características físicas a las que se han visto sometidas, que les han hecho perder lo que se denomina su equilibrio termodinámico.
Tipos de rocas metamórficas
Foliadas
También denominadas laminares. Son aquellas que conservan la forma laminar plana y paralela que surge por las presiones y la temperatura a través de las que se formaron.
Esta forma en la que se acumulan los minerales se mantiene aunque la piedra se rompa. Hay variantes de rocas foliadas, los tipos más conocidos son los siguientes:
- Pizarra
Es una piedra formada por un grano muy fino compuesto por cuantiosos minerales planares. Contiene algunas sustancias como grafito, hierro y manganeso, así como algunos minerales prismáticos como la muscovita o la biotita.
Su apariencia es fina y brillante, con una textura suave en forma de hojas pegadas unas a otras. Estas rocas son típicas de un metamorfismo denominado de bajo grado.
- Filita
Con características similares a las filitas, sobre todo en cuanto a su composición. Sin embargo, los materiales que las forman presentan un desarrollo más elevado.
Presentan equistocidad, es decir, presentan bandas en las que se ve una segregación de los minerales y texturas. Esto se presenta de forma más marcada dado su alto grado metamórfico.
- Esquisto
Son rocas de grano muy grueso cuyo porcentaje de mineral planar es aproximadamente de un 20%. Son consideradas protolitos de un metamorfismo de grado medio. Las rocas dentríticas y volcánicas se consideran esquisto. También presentan esquistosidad dado a la forma en que se orientan los materiales denominados micas y anfíboles.
Hay diferentes tipos de esquistos según el índice mineral que presentan. Así se pueden diferenciar los siguientes: esquistos biotíticos, esquistos con cloritoide, con estaurolita, esquistos anfibólicos o verdes y esquistos granitíferos.
- Gneis
Son rocas que presentan un grano grueso. Se reconocen por la sucesión de bandas de un color más claro denominadas leucocráticas, cuya composición es de cuarzo y feldespato; alternadas con otras más oscuras que están formadas por mica y anfíboles, que se denominan bandas melanocraticas.
Cuantas más bandas se presentan, menor foliación presentan. El metamorfismo de esta tipología es muy alto.
No foliadas
Se conocen también como piedras cristalinas. En ellas las altas presiones no provocan tanto una organización en capas paralelas, sino que se organizan en otras formas cristalizas. Su aspecto es homogéneo y cuando se fracturan dan una apariencia más irregular. Existen diferentes tipos de rocas no foliadas:
- Mármol
Son rocas compuestas por gruesos granos de calcita. Aparecen gracias a los procesos metamórficos de algunas piedras calizas o dolomías.
Aunque pueden aparecer junto a otros minerales como el grafito, la clorita, talco, mica, cuarzo o pirita. Estas impurezas les pueden dar diferentes tipos de coloración.
- Cuarcita
Están compuestas por el cuarzo tras pasar por procesos metamórficos. Tienen una estructura dura y de color claro.
- Anfibolitas
Son rocas compuestas por unos materiales denominados anfíboles y plagioclasas. Se forman en temperaturas elevadas y presiones altas o moderadas. Presentan un color verdoso que las hace fáciles de reconocer.
- Granulitas
Están compuestas de unos materiales denominados potásicos, cuarzo, feldespato, piroxenos y granates. Suelen aparecer en las zonas de dorsales oceánicas.